Recuerdo, hace ya un tiempo, hacer un día de prueba en una residencia de personas mayores para una plaza vacante de educadora social. Por si os pica la curiosidad, no, no me cogieron, pero fue mi primer acercamiento a este ámbito y la experiencia me sirvió para reflexionar sobre cómo querría ser tratada de mayor en un centro similar.
De ese día recojo una conversación que tuve con una educadora la cual me contaba que la hija de un señor de la residencia se había quejado de que este no hacía ninguna manualidad en el centro. La profesional, con paciencia y tacto le comentó que si a su padre a lo largo de su vida no se había interesado en ello ahora era algo normal que no quisiera realizar aquella actividad. La educadora también le explicó que al Señor X le encantaba comentar las noticias del periódico después de desayunar, una actividad conjunta y voluntaria que todas aquellas personas que querían podían realizar en el Salón Kandinsky (si, aún recuerdo el nombre del salón).
Creo que este es un buen ejemplo de respeto y atención a la persona centrándonos en sus necesidades y también en sus motivaciones y ello es responsabilidad de los profesionales, las personas usuarias y las familias. En nuestro caso, como profesionales, creo que debemos orientar esta atención centrada en la persona desde la implicación y el compromiso. ¿Ello que implica? La asunción, como punto de partida, que las personas mayores merecen ser tratadas desde el reconocimiento de que todas las personas tenemos igual dignidad. Si, es cierto, puede parecer de perogrullo, pero cabe recordar que las personas mayores en situación de fragilidad o dependencia son especialmente vulnerables a recibir un trato que no respete su dignidad, es por ello que los y las profesionales que trabajamos por y para ellas garanticemos este trato digno.
Y a todo esto, dándole vueltas al tema me pregunto... ¿Es difícil cumplir con nuestro que hacer profesional en las circunstancias actuales de los centros de personas mayores? ¿Qué necesitaríamos entonces para llegar a trabajar centrándonos en la persona? La palabra es vuestra.
Y a todo esto, dándole vueltas al tema me pregunto... ¿Es difícil cumplir con nuestro que hacer profesional en las circunstancias actuales de los centros de personas mayores? ¿Qué necesitaríamos entonces para llegar a trabajar centrándonos en la persona? La palabra es vuestra.
Para saber más:
_Guía para la intervención profesional en los centros y servicios de atención a personas mayores en situación de fragilidad o dependencia La atención gerontológica
_Película y comic: "Arrugas" Premio Nacional de Cómic 2008.
_Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional Web Oficial
_Jornadas sobre «Envejecimiento activo y solidaridad intergeneracional» 23 de octubre, Ceuta. Programa
_Jornadas sobre «Envejecimiento activo y solidaridad intergeneracional» 23 de octubre, Ceuta. Programa
Muy bueno el comentario sobre las manualidades en los centros. Siempre me ha sorprendido que pongan a hacer manualidades a gente que ha vivido mucho y por tanto tienen muchas cosas que transmitir. Creo que esas personas, cuando sus condiciones físicas o mentales se lo permitan, están para ser emisoras y no receptoras. Ya lo dice la sabiduría popular: sabe más el diablo por viejo que por diablo.
ResponderEliminarPara empezar la temporada, muy buena entrada.
Gracias por el comentario Juan Francisco. Se trata, sobre todo, de contar con la motivación de la persona. Si está interesada en las manuealidades adeltante! pero no obliguemos a nadie a hacer algo que no quiere hacer simplemente por el hecho de que no queramos prestarle a esa persona la atención que merece. Un saludo compañero!
EliminarGenial el articulo que has escrito.
ResponderEliminarSoy educadora social y trabajo en una residencia de personas mayores. Des de que empezé a ejercer mi profesión en este colectivo, intento que cada persona haga lo que realmente le gusta, es por ello, que la residencia tiene un horario con una serie de actividades (escogidas después de realizar un estudio sobre las preferencias de los residentes y que se actualiza cuando hay una nueva entrada en el centro).
No obstante, tengo que decir que en la lista de actividades que se realizan hay algunas en las que se aconseja a la familia que el residente tendría que asistir, como por ejemplo la estimulación cognitiva o actividades de reminiscencia. Pero por otro lado, hay otras que son totalmente voluntarias y lamento decir que las manualidades es una de ellas. Al principio eran pocos los que asistían pero poco a poco se ha construido un grupito bastante grande. En la programación de este taller, se tiene en cuenta la opinión de los residentes y se piensan actividades adecuadas para ellos. Cuando localizamos una actividad que creemos que les puede gustar, se les expone toda la información y se aceptan propuestas o ideas mejores, y tengo que decir que entre mi trabajo y sus opiniones salen cosas muy bonitas. No creo que sea malo hacer manualidades en un centro de este tipo. Al contrario, muchas de las personas mayores que se encuentran en centros como en el que trabajo, tienen poca confianza en sí mismos y una autoestima muy baja, creen que ya no valen para nada y es gratificante y no tengo palabras para describir como se sienten cuando ven que la manualidad que han hecho les a quedado perfecta. Se les cambia la cara y la enseñan a todos orgullosísimos de ello. Eso sí, no se obliga a nadie a asistir al taller.
Hola (no sé cómo te llamas),
EliminarEstoy de acuerdo contigo que hay ciertas actividades necesarias para prevenir el deterioro cognitivo propio de la edad de las personas mayores. Esas actividades son básicas para mantener la mente en forma. Sobre las manualidades creo que son actividades que, si bien se hacen son porque gustan. Eso si, se debe de hacer sin infantilizar a las personas que realizan esa actividad manual en la temática de las propuestas que se hacen. Me explico un poco más: uando trabajé en el Col·legi d'Educadores i Educadors Socials de Catalunya (CEESC) vino una chica a colegiarse que había editado un libro de manualidades con temática no infatigable para que las personas de la tercera edad pudieran hacerlas. Es una lástima que no recuerde su nombre ni sepa en que editorial lo ha publicado pero me resultó muy interesante que tuviera en cuenta las particularidades de la gente mayor en lo que viene a ser la vista cansada o la artrosis en las manos a la hora de diseñar las diferentes propuestas de actividad.
Un saludo y gracias por tu extenso comentario, me ha gustado mucho leerte.