El pasado viernes acudí a las VI Jornadas sobre Infancia y Educación Social que la comisión de infancia del CEESC organiza anualmente. Este año, bajo el título “Reflexión entorno a la participación de la infancia” la profesora de la Universidad de Barcelona Anna Novella presentó los elementos clave que, según sus investigaciones, son necesarios para el impulso y el acompañamiento de la infancia en su participación.
En la presentación de una de sus investigaciones sobre el tema, me sorprendió el resultado de unas cuestiones planteadas a una muestra de la infancia que había sido partícipe de experiencias de participación significativas. A estas personas, en la actualidad ya adolescentes o jóvenes, se les pedía que nombraran las palabras que mejor definían para ellas qué quiere decir “participar” y estas contestaron: implicarse, actuar, cooperar, responsabilizarse, tener iniciativa y comprometerse. A su vez, se les preguntó por las palabras que menos definían qué quiere decir “participar” y estas contestaron: ser consultado, votar, hacer uso de la libertad, asumir tus derechos y luchar por ellos.
El resultado no deja de ser significativo si vamos un poco más allá de lo que se nos presenta. Si nos fijamos, podemos ver cómo las palabras que estas personas vinculan a la participación no dejan de ser competencias necesarias para el desarrollo de las mismas. No sólo se tratan de competencias propias de este ámbito sino también del ámbito laboral, del relacional, etc. Por tanto, como profesionales de la educación social podemos definir procesos participativos de largo alcance, es decir, crear espacios en los que trabajar de manera continuada para que la infancia de hoy pueda ir ejerciendo su derecho a ser parte de una ciudadanía de manera ACTIVA.
Para saber más:
Si hubiera más participación en la infancia no sería necesario trabajarla con los jóvenes, ya sabrían ellos por sí mismos lo que habría que hacer.
ResponderEliminarPero claro ¿Y si dicen cosas con sentido? Como decía Serrat lo mejor es seguir diciendo: eso no se mira, eso no se toca, eso no se dice.
Buena entrada para que todo el mundo reflexione.
Saludos.
La participación debería ser como la educación según Delors, permanente. Se debería de dar espacios en la infancia, la juventud, la madurez y la tercera edad. Y no solo por franjas de edad, también deberían de haber espacios de participación trasversal.
ResponderEliminarUn buen indicador de demodracia real en un país son sus espacios de participación y la incidencias de estos en los espacios y decisiones que se toman en el ámbito público.
Gracias por tu comentario. Seguimos reflexionado!